Sala 6. Utillaje del oro.

Para explicar todos los detalles que hoy en día conocemos sobre los trabajos llevados a cabo en las explotaciones que explicamos en la sala anterior, tuvimos la suerte de contar con la inestimable ayuda de nuestro amigo Plinio el Viejo.

Fue comendado Procurator Terraconensis primero, y después de Asturia y Gallaecia , a partir de la segunda mitad del siglo I, debido al auge e importancia de estas minas. (Procurador era un cargo relacionado con la administración financiera. Las minas de oro eran consideradas como propiedades imperiales, explotadas directamente por el Estado, y por tanto administradas por sus representantes: los procuradores.)

Plinio fue el autor de una gran obra de divulgación, llamada Historia Natural, una de las mayores obras que sobreviven al Imperio Romano, en la que pretendía recoger todo el conocimiento que en ese momento se tenía.

El tomo XXXIII de la enciclopedia estaba dedicado a los metales, y en él, Plinio describió con mucho detalle todas las explotaciones llevadas a cabo en el NO peninsular, para extraer oro. (No especifica los lugares).

Según nos cuenta, se extraen 22.000 libras de oro al año. Se extraen en Asturias 50.000 – 100.000 kg. de oro. ¿Queréis echarle un vistazo al resumen de esta obra? ¡¡Es sorprendete!!

¿Quienes trabajaban en estas explotaciones?

Muy probablemente los habitantes de la región reciclados de explotadores artesanales a mineros especializados en una explotación industrial, astures de origen celta o de cualquier otro retoño étnico, vivían en auténticos campamentos mineros, conforme al tipo de trabajo que desarrollaban.

Mientras unos fabricaban las complejas herramientas necesarias para los distintos sistemas de explotación, otros se ocupaban de los víveres, de excavar túneles o abrir canales, de cernir los aluviones y buscar en sus entrañas las esquirlas de oro.

Y hablando de herramientas… queremos hablaros de «El Hacha de Navelgas», nuestra pequeña aportación al Museo Británico!!!

El Hacha de Navelgas está datada entre el 1000 a. C. – 700 a. C. (Edad de Bronce Tardía), por lo que no es contemporánea a la explotación de oro romana que tuvo lugar en la zona durante la segunda mitad del siglo I d. C.

Es un hacha tubular, o hacha de tubo, con 2 anillas, las cuales servían para fijar el objeto a un mango de madera. Según se muestra en el inventario de la pieza, el hacha fue encontrada a 6 pies (1,80m) de profundidad al borde de las antiguas explotaciones de oro romanas en lo que hoy conocemos como “Ruta de la Huella del Oro”, durante los trabajos de prospección de oro realizados por una empresa americana/inglesa entre 1926-1927, quienes la donaron a este importante museo y ahí sigue desde entonces. ¿Quieres saber más sobre ella?

Aquí, todo lo que pudimos averiguar:

SALA 7: EL BATEO DE ORO