4.1 QUIERO SABER MÁS!

LA RUTA DE LA HUELLA DEL ORO

Realizar la ruta de la Huella del Oro es el complemento perfecto a la visita al museo, ya que se puede apreciar in situ los vestigios de las explotaciones romanas de oro en el pueblo. 

DATOS DE LA RUTA (P.R. AS-195): 

  • Tipo de ruta: circular.
  • Dificultad: baja.
  • Distancia: 1,5 kms.
  • Duración: 1 hora

Las minas romanas de oro de Navelgas tienen la particularidad de formar parte de un complejo aurífero explotado por medio de trincheras subterráneas, aún visibles hoy en día. 

Con la llegada de los romanos a tierras astures, a partir del siglo I, se inicia a gran escala las explotaciones de las cuencas de los ríos Navia, Narcea y Esva, para la extracción del preciado metal, a través de técnicas industriales en las que el agua se convierte en un elemento fundamental, dejando en el paisaje huellas y cambios perfectamente visibles 2000 años más tarde. 

El acceso a la ruta se tiene saliendo de Navelgas en dirección Luarca, antes de llegar a la gasolinera, nos desviamos a la derecha siguiendo la pista que lleva a un área recreativa y, más adelante, a la bolera, uno de los escenarios de la recuperación de la modalidad de bolos de Tineo. A ambos lados de la bolera se encuentran dos senderos, y hemos de tomar el de la mano derecha para poder iniciar la subida a la antigua explotación. Desde allí se continúa por el sendero para poder visitar el resto de minas romanas, así como restos etnográficos presentes en todo el camino.

En este lugar, se explotaron dos filones de 900 y 700 metros respectivamente a través de la técnica conocida como Ruina Montium. Para conseguir el agua necesaria para su explotación, desviaron y canalizaron el río Naraval desde su nacimiento, en la braña de Folgueras del Río, que dista en línea al aire 4 kms, hasta la parte superior de la mina: Chano la Muela, recogiendo a su paso el agua de fuentes y arroyos, creando un gran embalse que después sería liberado. Al abrirse, el agua inundaba las diferentes galerías subterráneas y la presión ejercida, hacía que la montaña se desmoronara literalmente, haciendo saltar el mineral resquebrajando la roca (abatido y arrasado). 

Zona derribada por Ruina Montium

El vaciado de estos dos filones significó uno de los movimientos de tierra más importantes de este tipo de explotación en Asturias, según el geólogo Guillermo Shulchtz, quien visitó la zona mientras realizaba el primer mapa topográfico de Asturias en 1850, y estimó en más de 2 millones de metros cúbicos, provocando una profunda brecha en la montaña y originando las dos vaguadas por las que transcurre la ruta.

El aprovechamiento utilizado en el terrenos de este tipo, corta realizada sobre roca pura (las cuarcitas de Navelgas)  sería el siguiente: a través de una serie de entibos se realizaban trincheras o cuevas en la roca; a continuación vendría la aplicación del agua, del fuego en el interior y otros elementos, de manera que la fuerza de la gravedad, a la que se uniría la presión del agua, que se introducía por la parte superior, conseguía desgajar la roca

Los canales y lavaderos del mineral de Lavadoira y Santiago de Cerredo, las grandes explotaciones de la Sierra de L´Ouro, entre Navelgas y Naraval o los canales y depósitos de la Presa del Moro, dan fe de los esfuerzos realizados para la obtención del preciado metal: El desmonte necesario para la extracción del oro, la construcción de canales, depósitos y vías de comunicación, requemo una importante cantidad de materia prima (madera, piedra, cal, arcilla…), que hizo cambiar la panorámica de la zona.

Tras  dos siglos de actividad, las minas se abandonaron dejando toda el área devastada por la acción del agua, con numerosas aguaderas, cuevas y rocas desnudas conformando un paisaje lunar. Poco a poco los restos de la antigua explotación fueron cubriéndose de una capa vegetal, notablemente diferente de la del resto del valle, asentada en rocas ácidas y pobres en carbonato cálcico. Diferentes tipos de helechos y yedras precedieron a madreselvas, ruscos, arándanos, espinos, etc… y en pocos decenios la zona recuperó el manto vegetal perdido con la actividad minera. Se puede decir que uno de los atractivos de la ruta actualmente es su espesa y frondosa vegetación, que en momentos puede llegar a parecernos selvática.