Bateo de oro en el río

ASOCIACIÓN DE BUSCADORES DE ORO «ENRIQUE SANFIZ»

Desde el cierre de las explotaciones auríferas que tuvieron lugar en el pueblo durante los años 50, la única forma de extraer oro en la zona, es a través de la técnica artesanal de BATEO DE ORO, afición que con el paso del tiempo se ha convertido en una tradición que ha pasado de padres a hijos.

La Asociación de Buscadores de Oro “Enrique Sanfiz” oferta la actividad con monitores expertos y todo el material necesario para enseñar a aquellos que quieran probar suerte. Experiencia de 50 años en la búsqueda de oro en los ríos de la zona.


CONTACTO

Debido a que la actividad se realiza en el río, sólo se oferta de junio a septiembre tanto por la temperatura como por el nivel del agua.

Duración aproximada de la actividad: 3 horas.


LA BÚSQUEDA DE ORO EN EL RÍO

El elemento primordial para la práctica deportiva está en la batea. La batea es esencialmente una especie de sartén. Puede ser de diferentes materiales. Se han encontrado bateas antiguas de madera y actualmente se están realizando en fibra. Pueden tener diferentes formas, posiblemente la más común sea la cónica, conocida vulgarmente como sombrero chino.

La manera de utilizar la batea consiste en llenarla de arena en el lugar elegido, sumergirla en el agua (en el río libre, buscando una ligera corriente) y, haciendo un ligero movimiento, provocar una rotación del agua por el borde de la batea para desprender la arena superficial. El oro, al ser un material mucho más pesado que la arena o tierra con la que está mezclado, siempre se va a quedar en el fondo y no se podrá ir flotando con el agua. Esto se debe realizar de una forma periódica hasta que no quede mucha arena, y se pueda extender con la mano sobre la superficie de la batea para descubrir las pepitas.

Para sacar las pepitas se deben aislar lo más posible de la arena, de una en una, y poner un dedo seco sobre estas, de manera que quedarán pegadas a él. Lo más usual es guardarlas en pequeñas probetas que, llenas casi hasta el borde de agua, se tapan completamente con el mismo dedo con el que se cogió la pepita, de forma que ésta quede en el interior del frasco, y se le da la vuelta a éste. Después, basta con tapar la probeta, y el agua en su interior servirá también como lupa para observar la pepita.